Miguel Herrera es de esos técnicos que normalmente no piensan antes de hablar. Peeero esta vez no se equivoca. En ESPNam se aventó a comentar que la Copa Oro es asunto más serio que una Copa del Mundo por su grado de dificultad.
Caras conocidas
A diferencia de un Mundial donde los grupos se dividen con rivales de diferentes continentes, en la Copa Oro tus rivales son con los que juegas mínimo una vez por año. Por obvias razones ya te traen bien estudiado y es complejo sorprenderlos como pasó con Alemania.
Exceso de confianza
Los jugadores mexas son de los que mejor nivel tienen en esta confederación. Pero esa misma cualidad es la que a veces los hace jugar sobrados ante adversarios acostumbrados a echarle ganas con poco futbol. Siempre ha sido un problema porque tienen todo por ganar y nada que perder.
El rival a vencer
México en es el parámetro para las selecciones de Concacaf. Por eso los partidos se vuelven más intensos. Le juegan a no perder y, si le anotan uno, se vuelven murallas de once tipos en la portería.
La presión
Si no hay buen resultado en el primer partido, los abucheos y críticas no se harán esperar. Esto para nada ayuda al entorno y los jugadores seguramente saldrán con nervio de no regarla contra el próximo contrincante
Ya no es como antes
Las demás selecciones han trabajado para alcanzar nuestro nivel. Hoy ya no se gana con vestir la verde. Se necesita algo más para tratar de ganar un título que se ha vuelto complicado conquistar.