Durante la semifinal entre América y Monterrey se desató otra polémica. El club de Coapa perdió la cabeza con el penal de Miguel Samudio, que significó la cuarta anotación de Rayados.
En ese momento ocurrió una imagen que quedará para el recuerdo. Al momento del penal, Samudio quedó dentro de la portería, arrodillado. Se puso de pie y apuntó al cielo y en sus labios se leía: “Hay un Dios, hay un Dios”.
Instantes después el que fue expulsado fue Osvaldo Martínez, el paraguayo siguió con sus gritos en contra del silbante Roberto García Orozco.