Por Alberto Álvarez
Desde niño opté por detener los goles en vez de anotarlos. Supe a los ocho años que lo mío, lo mío, era lanzarme por el balón, rasparme los codos y dar el costalazo cada fin de semana. Mis ídolos no fueron Messi o Ronaldo, sino Buffon y Casillas. Dentro de todo este mundo que implica la portería, aprendí algunas cosas que hoy puedo aplicar en la vida diaria y que ahora me toca compartirte.
1. VE CON TODO O NO SALGAS
Una máxima de todo buen arquero que se rifa la vida en la cancha, y que bien se puede aplicar fuera del juego. Si no vas con pasión y coraje, mejor dale chance a otro para que pueda probarse.
2. ENCARAR LOS MANO A MANO CON valentía
Un gran arquero es aquel que sabe mostrar rudeza y tenacidad frente a los atacantes rivales. La presencia es todo en un duelo uno a uno. Hay que imponerse físicamente sin perder de vista el contexto es primordial. Encarar tus problema con la actitud adecuada te tendrá un paso adelante.
3. SIEMPRE TENER SEGURIDAD
Los balones complicados, al igual que las ideas y las decisiones que tomamos, hay que sostenerlas con seguridad, abrazarlas y pegarlas al pecho. Para evitar que resbalen o se escapen, dando oportunidad a un error garrafal, la clave es la capacidad para poder retenerlas y después tener la visión para darles salida. ¿Entienden? El balance perfecto de un ciclo perfecto.
4. NUNCA HAY QUE VENCERSE
¡Aguanta! ¡Resiste aunque tus piernas intenten traicionarte! Evita lanzarte, adivinar no siempre es bueno y dejarte llevar por una finta hecha no suele ser la mejor opción. Antes de aventarte como tamalera, analiza la situación. Seguro encontrarás el recurso o reflejo de gato que te libre de sacar la bola de tu marco.
5. NO HAY QUE CONFIARSE
Ejemplos hay muchos sobre grandes estrellas a los que el exceso de confianza les ha jugado malas bromas y se ve reflejado directamente en el marcador. Lo importante de este punto no es que tan crack seas, sino que tan concentrado estás en el juego. En este caso, no vayas a regar el tepache.