“Gasté gran parte de mi fortuna en dinero, mujeres y alcohol, el resto lo malgasté”. Esta es una de las frases que inmortalizó a George Best, aquel que fue conocido como el Beatle del futbol y que murió víctima de sus excesos después de ser la estrella del Manchester United. Sin duda, tímido es uno de los adjetivos que en teoría no habrían tenido nada que ver con él, pero una leyenda del Manchester City lo ha desmitificado en una entrevista concedida al periodista Santiago Segurola y publicada en el Diario Marca.
“Recuerdo a Best como a un chaval tímido, impresionable. Era humilde. Jamás presumió de sus habilidades como futbolista, y créame, era el mejor de todos. Pero, claro, era guapo, divertido y famoso. Fue el primer jugador convertido en ídolo pop. En Manchester significaba tanto como Lennon y McCartney en Liverpool. Ni tan siquiera era el bebedor que se decía, al menos en el principio de la carrera. No bebíamos ni más ni menos que el resto de los jugadores. Otra cosa es que no estuviera preparado para soportar el efecto de la fama”, afirma Mike Summerbee en la charla concedida al rotativo español.
Dicha frase contradice a la historia, que pone a Best como un bohemio vanidoso gracias a aquel dicho en el que aseguró que “si hubiese nacido feo, nadie hubiera oído hablar de Pelé”, mismo que lo muestra como una persona con un gran ego y excesiva presunción.
Summerbee fue uno de los grandes rivales de George dentro de la cancha. En el United, Best fue parte de la Santísima Trinidad junto a Dennis Law y Bobby Charlton, mientras en el City, Mike incluyó una gran delantera junto a Colin Bell y Francis Lee, que terminó con el reinado del eterno rival, gracias a la Liga de 1968, la Copa de 1969 y la Recopa de 1970, que compitieron con las ligas y la Copa de Europa de los Red Devils años atrás.
Sin embargo, fuera del campo Mike y George fueron grandes amigos. El oriundo de Belfast fue padrino de boda del inglés y juntos fundaron Edwardia, una tienda de ropa, pese a que en ese entonces la rivalidad entre los dos clubes de Manchester era mucho más profunda de lo que es actualmente.
