Es la quinta final que el América disputa bajo el mando de Ricardo Peláez. Es la quinta que gana. Él no se detiene ahí. Advierte que “esto no se acaba”. Prefiere pensar en la liguilla del torneo local y en el Mundial de Clubes.
Entiende que hoy se trata de disfrutar. A partir de mañana el objetivo será “ponernos las pilas para disputar el cierre del torneo”, insiste el Presidente Deportivo.
Resalta la labor de sus jugadores. “Son lo más importante”, expresa. “Cómo se entregan, cómo se rompen el alma”, enfatiza.
Para Ignacio Ambríz también tiene palabras. Lo define como “una persona muy humilde, muy trabajadora”. Está feliz por él.
De su labor como directivo dice poco. Prefiere darle el crédito al resto. A él le “toca encabezar lo deportivo”.