El mejor Real Madrid de la historia sigue ganando. Y es que nadie puede negar que como este equipo, el de Ancelotti, no hay ninguno en los mas de cien años de historia de la entidad madridista. Jamás, entrenador alguno había logrado lo que ya ha conseguido el italiano, que no es otra cosa que 16 victorias consecutivas, certificadas con el complicado y trabajado triunfo ante el Málaga. El uno a dos final refleja lo que fue el partido. Control blanco pese al empujón final de los andaluces.
Para llegar a ese triunfo, el que deja atrás a Miguel Muñoz, histórico entrenador blanco, y a José Mourinho, la historia se escribió al revés por completo. Hasta ahora lo habitual era ver como Benzema preparaba la jugada, dejaba atrás rivales, tal y como sucedió el pasado miércoles en Basilea, para que Cristiano Ronaldo empujara a la red. Pues bien, en La Rosaleda fue el portugués el que fabricó el gol y el francés el que puso por delante a su equipo.
A partir de ese momento, minuto 18, el Real Madrid se dedicó a manejar el partido a su antojo pese a que el Málaga puso en apuros a Casillas en dos ocasiones desde larga distancia, especialmente con un lanzamiento de falta que se estrelló en el larguero tras un perfecto golpeo de Duda. Después apareció en tres ocasiones más, para desgracia del Málaga. En el último minuto nada pudo hacer ante Santa Cruz, pero la victoria ya era blanca.
El equipo de Ancelotti aparecía de vez en cuando por las cercanías del área del Málaga y en muchas de esas llegadas, Kameni mostró un amplio repertorio de paradas, las mismas que han condenado a la suplencia a Ochoa.
El mexicano sigue esperando para debutar. Todo hace indicar que tendrá su oportunidad el miércoles en Copa. Poco para el buen portero mexicano, pero tal y como está el de Camerún parece difícil un vuelco en la portería malagueña. Chicharito al menos tuvo ocasión de pisar el verde. Cinco minutos. Algo es algo, pero poco para el delantero.