De poco le sirvió a Chicharito ser la deidad con más goles en el TRI, aun con todas las cosas chingonas que nos invitó a soñar, el crack nos quedó a deber en el mundial.
Por falta de yaytsa no podemos criticarlo, corrió e intentó todo lo que estuvo a su alcance; incluso, fiel a su estilo, consiguió sumar un pirulo más a su cuenta personal.
Pero cuando el talento se niega a brillar surgen las dudas, los abucheos y los culpables, entre ellos el profe David Moyes, señalado como el villano de la novela que protagonizó nuestro guisante tricolor en el West Ham. Para nadie es novedad que la relación entre ambos fue de más a menos, ni Paco Stanley era tan manchado con Mayito.
Por desgracia el factor Moyes, la poca confianza, la escasez de minutos y la mayoría de partidos en los que el mexa calentó banca, terminaron por cobrarle factura en lo físico y futbolÍstico, lo cual se reflejó en Rusia 2018 con una participación sin pena ni gloria.
En fin juanáticos, imaginemos cosas…positivas, el karma se ocupará del resto.