Por: Roberto Quintanar
No fue una eliminatoria brillante. El felino del norte sufrió para poder resolver una llave que se presentó complicada en la vuelta y que liquidó como un juego de ajedrez en el que debió jugar con las piezas negras.
La desventaja inicial, luego de un accidentado gol de Nahuelpán en un balón que pareció empujar con el brazo, puso a prueba a un estratega que tiene muchas batallas en el tablero: Ricardo Ferretti. El movimiento inicial de su contraparte le hirió, pero con paciencia, el “Tuca” esperó la reacción de su equipo… ésta no tardó en llegar. Y el protagonista de la jugada fue uno de sus alfiles, Hugo Ayala.
Lejos de lo que pudiera pensarse, la tónica de la partida siempre conllevó un riesgo para el rey del “Tuca”. Nahuelpán, convertido en un peligroso caballo, puso en jaque al soberano cuando el primer tiempo apenas saludaba a los espectadores. Fue una alerta que despertó los sistemas de defensa del club de San Nicolás de los Garza… tuvo que se a través del bloqueo de una de las torres laterales, Jorge Torres Nilo, que se vistió de héroe al evitar el tanto que hubiese cambiado la eliminatoria.
Las tablas finales, que beneficiaron a Tigres, tuvieron su aspecto negativo en el parte de guerra. La torre que salvó a su equipo se sacrificó y fue baja. La lesión parece seria y todo apunta a una fractura de costilla. La peor de las noticias entre la algarabía por el pase a las semifinales.
Los Tigres de Ferretti son calculadores. No son un felino que muestre una agresividad desmedida. Saben atacar cuando huelen la sangre, pero no descuidando sus flancos. Así es el tablero del “Tuca”… uno en el que si las tablas son la opción, se toman. El título está a la vista.