La peor versión del Real Madrid también sirve para seguir sumando triunfos y puntos. Y lo hizo por la voracidad de Cristiano Ronaldo y por la ayuda del árbitro del partido ante el Celta al señalar un más que dudoso penalti que sirvió para abrir la cuenta cuando peor lo estaba pasando el equipo blanco.
CR7 logró los tres goles y, de paso, amplió su colección de balones, esos que luce en su museo particular de Madeira.
El portugués suma 200 goles en 178 partidos en Liga. Nadie ha conseguido esas cifras y Ronaldo parece no tener fin. Sergio Ramos definió la escena al final del choque ante el Celta. “Está en el mejor momento de toda su vida”, comentó el central mientras Ronaldo se guardaba el balón del partido bajo la camiseta.
Ancelotti empieza a preocuparse. Primero fue Modric, después Khedira y ahora James. El equipo se le rompe por el centro y parece que puede empezar a pagar una plantilla un tanto justa en cuanto a efectivos. El adiós de Xabi Alonso, ese del que nadie se acuerda por el Bernabéu, dejó un tanto escaso el arsenal del centro del campo y las lesiones de Modric y ahora James han encendido las alarmas.
No es normal que el Real Madrid termine un partido con un centro del campo formado por Carvajal, Kroos, Illarramendi y Bale. Extraño cuando menos.
Las bajas y la sanción de Isco han tocado la línea de creación blanca, algo que quedó de manifiesto ante un Celta que se llevó tres goles de regreso a Vigo con un castigo excesivo para los méritos contraídos durante el partido. La diferencia la marcaron los tres tantos de CR7 y los fallos de los delanteros del equipo gallego cuando vieron de cerca a Casillas. Calidad que dirían algunos.
El Real Madrid de Ancelotti ya suma 18 victorias y está a tan solo una de superar al Barcelona de Rijkaard. Con el triunfo ante el Cetla ya ha igualado al mejor Barcelona y aunque Mourinho haya dicho que no le gustan los récords y que los deja para otros, seguro que al portugués le habría encantado subirse a eso de las plusmarcas blancas, esas que le valen para ser líderes sin perder desde la primera semana de septiembre y ganando a todo aquel que se pone por delante.
Así es este Real Madrid.