Por Jorge Luis
No cabe duda que el Puebla al mando del Profe Meza ha mostrado momentos de luz y oscuridad a lo largo de las seis jornadas del Clausura 2018. En casa dominan y apenas pisan fuera de la Angelópolis, vuelven a ser el mismo equipo temeroso, tres victorias como local y tres derrotas como visitante lo confirman.
El Ojitos logró hacer del Coloso de Maravillas el fuerte que era en antaño, una aduana complicada para cualquier equipo que lo visitara. Este miércoles enfrentará a un Toluca que no ha derrotado como local desde aquel lejano 2015 cuando los poblanos jugaban en el Estadio Universitario de la BUAP.
Una victoria más en casa mantendría a la Franja en zona de liguilla y con mayor número de puntos de distancia con el sotanero Veracruz. Dependiendo los resultados podría ponerse entre los cinco mejores o salirse por primera vez este torneo de los primeros ocho.
De local el Puebla ha presentado un parado más ofensivo que cuando sale de casa, llega a tener control de juego, profundidad y buen toque, pero que por alguna extraña razón no lo imita cuando sale de visitante y para muestra los partidos contra Morelia, Tijuana y León.
Veremos qué sucede este miércoles en punto de las 21:00 hrs cuando salten a la cancha ya con el regreso de Alejandro Chumacero en la media cancha, quien le hizo falta a los poblanos y que no se cansa de correr por todo el terreno de juego.
Con la doble jornada, el sábado visitará al Azul de Caixinha que ya le ganó al Puebla como visitante, pero perdió ante los mismos de locales en el torneo copero.