Por: Dante García
Mats Hummels es cosa seria. Es el pilar sobre el que reposan los más habilidosos de la selección alemana; una garantía a la defensiva; un gladiador casi imbatible, pero aún sobre todas las virtudes, es el hijo de Hermann Hummels, mayor crítico del zaguero central que levanta el pulgar si observa una buena actuación o que lo apunta hacia el suelo si su heredero, a su parecer, lo ha hecho mal.
El hoy defensa del Borussia Dortmund es hijo de una periodista deportiva y un ex futbolista que tras el retiro se volvió entrenador. Mats jugó de centro delantero durante la infancia y se forjó en la cantera del Bayern Múnich, equipo del que su padre era encargado de fuerzas básicas. Hermann dudó de las capacidades goleadoras de su crío y lo recorrió metros atrás, a la zona de seguridad. Allí, en la zaga central, Hummels se convirtió en la voz de mando que todo equipo necesita.
En 2006, a los 18 años de edad, Mats Julian Hummels firmó su primer contrato profesional con los de Múnich, pero su suerte al interior del club bávaro no fue la mejor. Con los del Allianz Arena debutó en 2007 y sólo disputó un par de encuentros vistiendo la camiseta roja; un año después, el Borussia Dortmund pondría el ojo sobre el joven central y lo llevaría a sus filas por medio de una cesión. Un año después, sería adquirido a cambio de cuatro millones de euros.
El proceso formativo del camisa cinco de Alemania fue complicado; su padre nunca le ofreció tregua y le exigió siempre el doble que al resto. Cuenta el futbolista que en las fuerzas básicas muniquesas coincidió durante un año con Holger Badstuber; durante ese tiempo, su creador prefirió incluir en el cuadro titular al hoy zaguero central del Bayern. Muchas veces, Hermann dejó de lado la carrera de su vástago en pro de lo que fuera mejor para su institución, club que le despidió en 2012 para dejar la cantera bávara en manos del hijo de Franz Beckenbauer.
Antes de que la destitución de Hermann ocurriera, Mats depositó su carrera en manos de su padre. Según la prensa alemana, el Bayern presionó para que Hummels volviera a vestir su camiseta, pero el padre del central rechazó toda posibilidad de que ocurriera. Al equipo de Múnich no le causó gracia que el mandamás de su cantera fuera también el representante del futbolista que no consiguieron adquirir. Respecto a un probable regreso al equipo de Guardiola Mats se ha pronunciado: “El Bayern me da absolutamente igual, he perdido el sentimiento de unión totalmente”.
La falta de oportunidades, aunado a la destitución de su progenitor, ha puesto fin al cariño que el menor de la dinastía Hummels pudiera tenerle al Bayern Múnich; malagradecido no es, y sabe que a él le formó un ser humano y no una institución. Su padre es ahora su agente, pero ha sido siempre su mentor, asesor y gurú. El defensor de 25 años es ya un titular inamovible en el selectivo alemán; Joachim Löw, el entrenador en turno del zaguero central, pero para Mats, sólo hay un soberano del imperio futbolístico: su padre.
