Por: José Félix Díaz
Rafa Benítez y los jugadores del Real Madrid se han vuelto a ver las caras en el día de hoy. El dicho de tras la tempestad viene la calma, no se puede aplicar en este caso. Uno, el técnico, se defiende como puede. Los otros, los jugadores, siguen con su campaña de vacío hacia el entrenador, al que no entienden y con el que les gustaría romper relaciones.
La continuidad del entrenador pende del hilo que únicamente maneja Florentino Pérez, esa que nadie más desea en el club y en el vestuario. Los informes señalan al entrenador como el principal responsable de la situación del equipo, pero tampoco dejan de lado a los jugadores, a los que se señala como copartícipes de una situación de complicada solución.
En los primeros días de la semana se habló de un adiós inmediato del técnico. Florentino Pérez no se ha decidido por el momento. Prefiere esperar y que sea el Bernabéu o los malos resultados los que certifiquen el adiós del entrenador.
Las encuestas, que tanto le gustan al presidente blanco, señalan al técnico, pero ha sido lo hecho por el equipo ante el Rayo, si el día en el que el Real Madrid ganó por 10 goles a 2, cuando la desconexión quedó patente y el presidente lo sabe.
El miércoles ante la Real Sociedad, el Bernabéu hablará. Lo hará antes, durante y después de volver a ver a unos jugadores y a un técnico a los que han criticado duramente en los últimos días. Hasta ese día, los rumores se multiplicarán, pero en lo que coincide todo el mundo es que el futuro de Benitez es cada día más oscuro.