Los caminos del destino son muy variados, como dijera Borges: “es un jardín de senderos que se bifurcan” y una de estas separaciones llevó a Oribe Peralta de las fuerzas básicas de las Chivas a ser el ídolo águila del momento.
Fuer por allá de 2002 cuando Jorge Vergara compró al rebaño, mismo año en el que el Cepillo buscó estabilidad en otro club y la encontró con Monarcas dónde pudo debutar en primera.
Además del paso por la cantera chiva, el Hermoso tuvo su historia en el primer equipo, aunque sólo como refuerzo en la Copa Libertadores del 2005 donde jugó cuatro partidos sin anotar gol.
A pesar de todo, para Jorge Vergara siempre fue el objeto de deseo, sin embargo ningún técnico lo pidió así que tuvo que quedarse con las ganas, imaginen el coraje y desilusión cuando se anunció el fichaje de Oribe a las Águilas, tsssss…
Juanáticos ¿Les hubiera gustado ver a Oribe Peralta desde sus inicios en Chivas o era mejor ficharlo cuando empezó a sobresalir?