LOS GUARDIAS ASEGURAN HABERLO VISTO EN VARIAS OCASIONES
Por Rafael Avila
En México el uno y dos de noviembre recibimos la visita de aquellos que se nos adelantaron y se fueron al otro mundo, sin embargo, algunos difuntos se niegan a abandonarnos por completo y se ocupan de sorprendernos cuando menos lo esperamos, este es el caso de un exjugador Puma que decidió morar en el Olímpico Universitario.
Hijo de un prolífico político mexicano de cierto partido del cuál no quiero acordarme, Pedro Peñaloza Pazos quiso forjar su camino muy aparte de la polaca, ese camino fue el futbol y mejor aún, con sus amados Pumas con quiénes soñaba ser titular y hacer historia. Sin embargo el padre destino, que no cumple caprichos ni endereza jorobados (menos al Cuau), decidió otra cosa para el extremo auriazul.
Debutó con Puebla de la mano de Raúl Cárdenas, pero tuvo que regresar al pedregal; después de batallar con Rafael Amador y pocas oportunidades con Hugo, Miguel Mejía Barón le informó que estaba fuera de planes y tenía que buscar nuevo equipo.
Este fue un golpe muy duro para el joven Peñaloza, la tristeza lo llevó directo a las manos de la “huesuda” pues decidió ir a buscar consuelo con sus seres queridos en Cuernavaca, sin embargo, se estrelló contra un camión sin luces en la carretera y su vida en este plano terrenal se vió abruptamente cortada, sólo tenía 20 años. Al funeral asistieron muchos ídolos Puma, el capi Beltrán, Gonzo González, el Jimmy Lozano y Gerardo Galindo entre otros, que no dudaron en despedirlo con un gran Goya, ese se lleva en lo más profundo del alma.
Aquí la parte tenebrosa, después del fatal accidente, muchos guardias de seguridad, incluso utileros, aseguran haberlo visto en las gradas del estadio en más de una ocasión, abusados cuando Pumas juegue de noche ¡Eh! No vayan solos al baño. La parte feliz, sí hay alguna, es qué meses después de la muerte de Pedro, la directiva auriazul informó a la madre del jugador que antes de morir, firmó un seguro de vida donde era la única beneficiaría, cosa que la ayudó a salir de los problemas financieros que atravesaba.
Así que abusados juanáticos, esta vida no está asegurada, así que no duden en echar la reta con sus amigos y siempre abrazar a sus seres queridos.