Sergio Ramos, defensa del Real Madrid, se convirtió en protagonista de la final del Mundial de Clubes, aunque en esta ocasión no fue por un gol en los últimos minutos, si no porque el árbitro le perdonó la tarjeta roja al 89'.
Janny Sikazwe, árbitro central del partido, señaló una falta al minuto 89, donde claramente se observa que el juez mete la mano en su bolsillo y pretendía sacar amarilla, sin embargo los reclamos le generaron dudas, donde incluso Casemiro le insistía que él había sido el que cometió la falta.
Finalmente, a pesar de que los jugadores del Kashima pedían la repetición en video, el partido siguió y el árbitro central decidió no amonestar a nadie y perdonar la jugada.