El colectivo de funcionarios públicos Manos Limpias, una asociación española ultraconservadora fundada en 1995, ha presentado una denuncia contra el público asistente a la final de la Copa del Rey, el presidente de la federación, Ángel María Villar y el gobierno de la Generalitat catalana, a quienes acusa de haber “vulnerado la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte”, además pide la máxima pena para los responsables por considerarla una pena muy grave.
“Se ha producido no sólo una humillación, una vejación, un odio a las instituciones, sino también al conjunto de la sociedad española, por lo que a millones de españoles, con una gran publicidad se nos ha humillado y vejado”, recoge la denuncia.