Por Carlos Pérez
Que en tu carrera como futbolista seas uno de los mejores jugadores de la Liga MX, no te asegura que al retirarte, tengas el mismo éxito como entrenador. Sino pregúntenle a José Cardozo. En seis años ha pasado por el banquillo de cinco equipos en México -tres de ellos en problemas de descenso- y a ninguno lo pudo sacar del hoyo.
Su debut en la Liga MX como DT no fue malo, en realidad era prometedor. En el Apertura 2011 clasificó en octavo a Gallos y eliminaron al súper líder Chivas. Su camino llegó hasta semifinales donde perdieron contra Santos.
Con Toluca estuvo tres años. Las cosas no fueron tan mal, su equipo se mostraba agresivo, siempre con la intención de ir al frente. Los llevó a cuatro semifinales en seis torneos que los dirigió, pero la falta de títulos hizo que la directiva lo corriera.
Después de esas dos etapas regulares, su estilo de juego aguerrido y ser un entrenador motivador, llamó la atención de los equipos en problemas de descenso. El primero fue Jaguares, pero su gusto duró nueve jornadas, los dejó en el último puesto de la general y de la tabla de cocientes.
Los de Chiapas se lo dieron al primo de Puebla, las cosas no mejoraron. Con ellos consiguió cuatro triunfos en 12 encuentros. Una vez más Cardozo y su equipo eran últimos de la general, aunque esta ocasión salvaron el descenso porque hubo otros peores que ellos.
Después de este nuevo fracaso como entrenador, los Tiburones decidieron que era buena idea ayudarlos en sus problemas porcentuales. Saturnino tomó las riendas en septiembre, desde ahí acumularon cuatro de 24 puntos posibles. Los dejó peor de lo que estaban con el Cabezón Luna, Veracruz es último de la porcentual a ocho puntos de Gallos.
Una lástima ver al mejor goleador de torneos cortos en esta etapa. Con este tercer descalabro como entrenador, su futuro podría estar en Paraguay, donde otros equipos lo han buscado o por qué no, tomarse un año sabático, ver en que falló y volver para recuperar la gloria que alguna vez tuvo como jugador.