Por Santiago Eduardo
De niño, cuando me preguntaban qué quería ser de grande, siempre les contestaba: “yo quiero ser un gran futbolista, doctor, astronauta o un gran arquitecto”. Algunos millennials todavía piensan así, y digo algunos ya que la mayoría piensa en ser youtuber o gamer, pero, bueno. Ahora, en pleno 2018, si me volvieran a preguntar qué quiero ser de grande, les diría: “De grande, quiero ser como Ernesto Valverde”
Así es mi Juanático, como Valverde, tal vez se preguntarán, ¿por qué como él? De entrada por el liderazgo que se carga este chaval, vino de manejar buenos jugadores en el Athletic a manejar figuras -Iniesta, Piqué, Busquests, Suárez- y a un dios, -Messi-, un cambio radical ¿no lo creen?
Y lo ha hecho bastante, bastante bien, pues le ha devuelto el buen y alegre futbol al equipo, además de poner orden en el vestidor que estaba muy roto la temporada pasada con Luis Enrique y Neymar; en pocas palabras, y sin tanto rollo, con su liderazgo los está volviendo a ser Barcelona de nuevo.
Quiero ser como mi Valverde de grande, porque maneja la presión como crack, en lo que va de la temporada, no se ha enganchado con ningún reportero, siempre le da vuelta a las preguntas incómodas que le hacen en la salita de prensa y busca la manera de siempre responder bien; lo ha hecho siempre sin menospreciar a nadie, es todo un caballero.
En el campo ni se diga, cuando ha ido abajo en el marcador, desde el banquillo busca la forma de motivar al equipo y a superar el momento. Ojalá siga así y no se me baje del pedestal en que lo tenemos muchos, porque apenas viene lo bueno.
Esos son algunos motivos para querer ser como él, un entrenador serio que toma con mucha, pero con mucha seriedad su trabajo, y que lo hace de manera correcta, ¿no es suficiente como para decir que quiero ser así de grande?