Por Carlos Castañeda
Mis Juanáticos, el día de hoy nuestro Cuauh cumple 45 años de vida. Ahora que anda de manteles largos recordamos que hace 18 primaveras arriesgó su vida para darle la victoria al América en un partido de Copa Libertadores frente al América de Cali para clasificar a las Águilas a cuartos de final.
Fue en el año 2000 cuando el Ame asombró en el torneo continental por su estilo atrevido frente a equipos de la talla del Corinthians, Olimpia y Liga de Quito en fase de grupos. El equipo mexicano clasificó a rondas decisivas con las tres G que agradan en el futbol: ganar, gustar y golear. Seguro que los hinchas del Olimpia no olvidan aquel 8-2 recibido en el Estadio Azteca.
Ya en la segunda fase tocó el turno de medirse al América de Cali. El tlatoani de Tepito y compañía superaron al club colombiano en México con marcador de 2-1. Por esa situación, Cuauhtémoc Blanco recibió cualquier cantidad de amenazas de muerte por parte de hinchas. Lo amenazaron diciéndole que si se atrevía a hacer un gol en El Campín durante el partido de vuelta, lo iba a pagar muy caro.
En vez de achicarse o tener miedo, el creador de la cuauhteminha declaró al programa La Jugada que no le temblaban las piernas: “no, no tengo miedo, simplemente somos 11 contra 11 en la cancha y ahora, al contrario, tengo que jugar mejor“.
¡Y lo hizo! Para sorpresa de propios y extraños, Cuauhtémoc brindó uno de los mejores juegos de toda su carrera. Pisó cancha colombiana para anotarle no uno, sino tres goles al América de Cali y eliminarlo así de la Copa Libertadores en su casa.
Después de la exhibición que dio frente a los Diablos Rojos, el Cuauh fue reconocido por la misma afición que lo había amenazado, insultado y abucheado; le aplaudieron.
Por si fuera poco, hinchas sudamericanos de otros países quedaron impresionados con el carácter mostrado por Blanco en aquel partido, al grado de considerarlo el primer mexicano en dar cátedra sobre cómo debe jugarse una Copa Libertadores.