Mario Bros no sólo revolucionó los videojuegos. También lo hizo con el futbol. Hace diez años salió a la venta el Super Mario Strikers, un juego que rompió con todo lo establecido. Hoy, a 30 años del nacimiento del fontanero más famoso del mundo, vale la pena recordarlo.
En el juego no había árbitro. Cualquier falta que se quisiera hacer era posible. Las “armas” conocidas Mario Kart, Super Smash Brothers y Mario Party estaban disponibles para usarlas en cualquier momento contra el rival. Los goles podían valer hasta tres puntos, si se realizaban con el super strike (tiro de gran potencia).
Cada equipo constaba de cinco jugadores. El portero, un capitán y tres jugadores más. Todos eran personajes de la saga de Mario. El detalle es que no había varios modos de juego. Básicamente eran partidos amistosos. Se jugaba como futbol de salón.
El software salió a la venta para GameCube. Posteriormente salió una versión para Wii.