Por Rockfael Ávila
¡Sí! Así como leen juanáticos, ¡es posible ganarle a Alemania! Y eso nos lo dejó muy claro la sub-17 desde el 2011.
Recordemos: semifinal de la Copa del Mundo sub-17 del año 2011. El estadio, el TSM de Torreón. El día, un caluroso jueves 7 de julio; ese día la historia tenía una cita con el Tri Infantil, seducida por un Julio Gómez en su tarde de gloria, nos dio la alegría del triunfo sobre la poderosa Alemania de Emre Can y compañía.
Y es que estos niños nos demostraron y mostraron cómo plantar cara con personalidad y garra a cualquier equipo del mundo, sin importar lo poderoso que parezca. Pero, ¿cuál es la enseñanza que debe aprender la selección mayor para creérsela y sorprender a Alemania?
1.- Personalidad
Si algo tuvo el equipo del Potro Gutiérrez fue eso, sin miedo ante cualquier rival e imponiendo su juego en toda situación.
2.- Nunca bajar los brazos
A pesar de que Emre Can anotó el gol de la voltereta momentánea faltando 30 minutos para el final, jamás se dieron por vencidos y siguieron atacando hasta conseguir el triunfo. ¿Quién no recuerda esa imagen de Julio Gómez volviendo al campo con la cabeza vendada? ¡Todo Torreón se puso de pie!
3. Los jugadores ganan los partidos, no la camiseta
Jamás se achicaron ni se sintieron menos que el rival, importa la calidad no la nacionalidad. Incluso en dicha categoría, nadie daba un peso por el pase de México pero los chavales se rifaron, Alemania había dado la vuelta y se impusieron con buen futbol.
4. Disciplina
A pesar de ir ganando o perdiendo, jamás se salieron del plan de juego ni se desesperaron, el temple que da el ser disciplinado es clave a la hora de definir los partidos.
5. Dar todo
El ejemplo es La Momia. Se partió la calavera buscando un remate, que no se dio, pero fue clave en el gol olímpico del empate y, como si fuera poco, arriesgó el todo por el todo en la chilena que nos dio el triunfo. La lección es: no importa la situación, ni la adversidad, da todo lo que tengas, sin miramientos ni miedos, el dolor es pasajero, la gloria es eterna.
6. Somos iguales
No por el hecho de ser alemanes son superiores, también tienen dos piernas, dos brazos y demás; eso nos pone en igualdad de circunstancias, eso lo sabían muy bien los chicos y jugaron siempre al tú por tú.
7. Creer en uno
¡Sí! Esa es la cualidad más grande que tuvo el equipo, siempre creyeron y se la creyeron que podían ser los mejores y ganar a cualquier rival, el poder de la mente, autoconvencimiento o como quieran llamarle juanitos, pero si quieres ser el mejor he ahí la clave del éxito.
¿Se le puede ganar a Alemania? Pfff… ¡CLARO QUE SE PUEDE!