Por Juan Carlos Tinoco
El miedo ronda en Cruz Azul, juanáticos y no es para menos. Este fin de semana les toca recibir, ni más ni menos, que a su enemigo número uno: el América. ¡Chan, chan, chan!
Lo más terrorífico es que el miedo cruzazulino no solo es hacia el color amarillo, también es hacia su técnico: Miguel Herrera. El Piojo se ha convertido en la imagen y líder del americanismo gracias a su personalidad y a sus números. Por esta razón, te presentamos las cinco razones por las que es la peor pesadilla de Cruz Azul.
Su caracter explosivo
No es ningún secreto que Miguel Herrera tiene un carácter de la patada. Suele enfrascarse en discusiones sin sentido, incluso ha llegado a los golpes y empujones. De hecho, el mismo Caixinha ha sucumbido ante la ira del Piojo en alguna ocasión. ¡Aguas! No lo provoquen.
El fantasma de la final
El trauma y el miedo son tan grandes para la Máquina que no logran superar aquella final. Aquel cabezazo de Moi Muñoz fue un golpe mortal para un Cruz Azul que nomás va de fracaso en fracaso. Otro de los verdugos fue Miguel Herrera, quien desde el banquillo movió las piezas para continuar la malaria celeste.
Que los trae de hijos
Herrera ha dirigido nueve ediciones del Clásico Joven desde el banquillo azulcrema. Ya les ganó un título de Liga y los echó de la Copa el año pasado. Solo en dos ocasiones, Cruz Azul ha logrado vencer a los PiojoBoys y la última fue hace casi cinco años. ¡Esto sí da miedo!
El crecimiento como entrenador
Desde que tomó las riendas del América en 2012, Herrera ha crecido de una manera impresionante. Tanto con el Ame en su primera etapa, como con Xolos siempre ha estado presente en la liguilla. Por si esto fuera poco, tuvo la oportunidad de dirigir a México el pasado Mundial. Su experiencia pone la piel de gallina a los de La Noria que no le atinan a su entrenador.
El simple hecho de estar en el América
Ya lo dijo Miguel Sabah hace algunos años: Cruz Azul le tiene miedo al América. Parece que las palabras del delantero siguen retumbando en la mente cruzazulina. Son pocas las ocasiones en que Cruz Azul ha dado un golpe en la cancha y ha humillado a su archirrival. Miguel, como cabeza y principal cara de las águilas, representa todos aquellos traumas que tienen los celestes.