A final de cuentas, el panorama mundialista no puede pintar del todo mal para México; Corea del Sur nada más no da una y volvió a ofrecer un futbol feo para llevarse la derrota de 2-0 contra Senegal.
El Untersberg-Arena de Austria fue testigo de un partido digno de Moletour, algo extraño por el hecho de ser puerta cerrada. Corea careció de oportunidades desde el primer minuto y siempre les apedrearon el rancho.
Nadie ofreció nada en el primer tiempo, solo barridas e interrupciones. Senegal se vio insistente, pero no podía; ni siquiera por las bandas, uno de sus principales fuertes.
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Ya para el segundo tiempo llegó el invitado, al 54' Pape Alioune Ndiaye sacó un tiro que rebotó en un defensor, lo que ocasionó que lo marcaran con autogol.
A un minuto del final, los surcoreanos seguían sometidos y para su mala suerte llegó el segundo pepino cortesía de Moussa Konaté para sentenciar el partido. Así dejó motivados a los Leones de la Teranga y pensativos a los Guerreros Taeguk.