Por Alonso Cerón
El mundialmente conocido Catenaccio, ideal para los equipos chicos, pero mejor aplicado en Italia, fue por muchos años símbolo de la identidad futbolera del país europeo. Con los nuevos esquemas queda muy poco de esta forma de jugar en la Bella Italia. Ya no hay tipos como Maldini, Nesta o Cannavaro, pero ¿por qué?
1. LA MODA DEL GUARDIOLISMO
El tiki-taka funciona bien para la selección de España y para plantillas pagadas con petrodólares, pero no para ser copiado por otros equipos con un estilo más definido. Hoy en Italia los centrales quieren sumarse más al ataque y por eso han perdido la esencia de cumplir e intimidar como antaño. Hacen falta más defensas como Nesta.
2. LAS “NECESIDADES DEL MERCADO”
El futbol de hoy quiere ver goles y más goles, algo así como si fuera un partido de básquetbol, atascarse de puntos. Pocos son ya los románticos que valoran un cero a cero de un gran partido con muchas llegadas y grandes actuaciones de defensas y porteros. En el mundo actual vale más un ocho a cero que un Catenaccio elevado a los niveles del arte como el italiano.
3. SERIE A COMO LA LIGA MX
Ambas ligas viven en una crisis debido a las pocas oportunidades que se le dan a los jugadores locales. En muchos casos se ha visto que se juegan partidos con solo tres o cuatro italianos en la cancha. Todo esa invasión extranjera también afecta a los defensas, quienes emigran a otros países como Alemania, Suiza o hasta Rusia, países donde tienen que desarrollar otros sistemas y adquieren otros conocimientos ajenos a su tradición.
4. FÍSICO Y CARÁCTER
Los defensas italianos de antes daban miedo con solo verlos. Atrás quedaron los días en que un tipo alto, fornido y de carácter fuerte intimidaba a los delanteros rivales. Imposible olvidar a un Franco Baresi, luchador como pocos y con gran temple.
5. FALTA DE TÍTULOS
Es causa y consecuencia. Italia no gana un Mundial desde 2006 y una Champions desde 2010. El Catenaccio no figura desde entonces. Esto hace que el estilo de juego pierda valor y difusión, por lo que la formación de esquemas al estilo azzurri no esté de moda y no quiera ser imitado, como lo es en la actualidad el guardiolismo.