Por Rubén Buenrostro
Hay personas divertidas que no interesan y personas interesantes que no divierten, así las cosas para nuestro crack que ha tenido que remar contra corriente en más de una ocasión. El Apache es un virtuoso de la cancha, habilidioso y tenaz como pocos, sin embargo, este loco trotamundos se siente incomprendido y poco valorado.
Por cariño de la afición no paramos, ellos le reconocen la garra y la entrega que deja sobre la cancha, el problema va más allá, debido a que no es santo de la devoción de los directivos de cada club que ha defenfido.
Hoy en su cumpleaños 34, el Apache está más vivo que nunca y tenemos cinco razones de sobra para creer el por qué es un crack incomprendido.
NO NIÑO BONITO, NO PARTY
Si cuates, lamentablemente no tiene el glamour de Cristiano Ronaldo, ni los logros de Messi, ni mucho menos la belleza del jugador italiano, lo cual genera mucho conflicto entre patrocinadores y directivos, aunque es cumplidor en la cancha, el marketing siempre tiene ventaja.
CRECIÓ EN UN MAL AMBIENTE
Él mismo ha dejado en claro que es cien por ciento de la calle, a tal grado que de no haber sido futbolista, seguramente se hubiera dedicado a ser malandro, por si esto fuera poca cosa, su tío que lo adoptó, era uno de los hombres más peligrosos de Buenos Aires. Y como dice el dicho “El que con americanistas anda, a robar se enseña”. ¿O cómo iba?
TAREAS COMUNITARIAS
Cuál rápido y furioso infringió las leyes cuando aún jugaba para el Manchester City. El Apache salió a tirar rostro en la comodidad de su bólido sin papeles, sin licencia y sin seguro. Su chistesito lo pagó con horas comunitarias como barrendero y una multa de más de 1,000 dólares. Ya lo decía mi divo de Juárez ¿Pero qué necesidad?
BROMISTA
Con tremendas… ganas de hacerse el chistoso, aún jugando para el Corinthians de Brasil, salió para una entrevista vistiendo la chamarra del Manchester United, cuestión que les disgustó a los directivos castigándolo con una multa de 20,000 dólares, pero lo bailado ¿quién se lo quita?
SECUESTRO DE SU PAPÁ
En el 2014 secuestran al papá de Carlitos, y, aunque fue un secuestro exprés con perdidas materiales y de documentos, el mal rato que le hicieron pasar a él y a su familia, seguramente es uno de los recuerdos más tormentosos en toda su carrera.