Cuando alguien te dice que lleva a su equipo tatuado en la piel, es realmente poco probable que consideres que realmente se tatuó el escudo, la copa, o incluso a algún jugador de la institución. Sin embargo, cuando un verdadero aficionado decide llevar los colores de su club por siempre, es porque verdaderamente ha dejado una marca en su vida.
El entrenador de porteros del Pelado Almeyda es uno de esos, Carlos Roa es uno de esos hinchas de hueso colorado y sí, decimos hincha por ser argentino; pero también por la pasión que tiene en lo que hace o en este caso, por su amor al club.
Por si no lo sabían, en 2016 El Lechuga se tatuó en el brazo izquierdo el escudo de Chivas junto a la Copa Mx y la Supercopa MX, pues desde aquel entonces ya mostraba su simpatía y cariño por el club; además de que él consideraba que lo que habían logrado hasta ese momento era muy positivo tanto para ellos como para el club.
En la actualidad, Roa al igual que Almeyda están fuera del club, pero descuiden chivahermanos, antes de que saquen los pañuelos queremos decirles que no todo en la conferencia de prensa fue malo, pues ante todo, el Pelado intentó poner la mejor cara en su salida y nos reveló, se llevaba lo mejor de Guadalajara, tanto así que el mismo Lechuga se iba “Todo tatuado de Chivas”.
Y no es exageración, pues el mismo Roa publicó en la mañana un par de imágenes en Instagram con su nuevo tatuaje, en el cual resaltan los rostros del exportero de Chivas, Rodolfo Cota y el Wacho Jiménez junto a la Concachampions y una leyenda que dice: “Se triunfa con lo que se aprende”.
De esta manera, el entrenador de porteros se despide de los dos hombres con los que trabajó y con los cuales también generó una muy buena relación en el tiempo que estuvo en Chivas.
El Lechuga Roa fue el encargado de cerrar el ciclo de entrenamientos por parte del staff de Almeyda y una de las personas que más cariño le agarró al club. Aunque también hay que decirlo, a Roa le encanta grabarse en la piel los colores de los equipos que entrena, pues también lo hizo con River y posteriormente con Banfield.
¿Qué dicen ustedes juanáticos? ¿Se tatuarían a sus compañeros de trabajo?