Saúl Álvarez tuvo que despojarse de toda su ropa para alcanzar el peso de 154 libras en la ceremonia previa a la pelea que sostendrá este sábado ante el británico Liam Smith.
El jalisciense estuvo muy cerca del límite en la báscula, algo que el equipo de su rival anticipó en la semana, e la que incluso advirtió que si Canelo no daba el peso, el combate sería cancelado.
En el pleito, que se celebrará en el Cowboys Stadium, estará en juego el título superwelter de la Organización Mundial de Boxeo.