Karim Benzema está acorralado. El francés tiene por delante un complicado panorama. Las palabras de Valbuena dejan al delantero del Real Madrid señalado y sin salida alguna. Ahora el abogado del madridista quiere cambiar la estrategia. Cree que la opinión pública está siendo cruel con su defendido, pero lo cierto es que a cada paso que da, la justicia parece cerca al nueve blanco.
Benzema, mientras, se refugia en el futbol. No le queda otra. El vestidor y la clase dirigente del Real Madrid apoyan al francés en todo. Sus compañeros son los primeros en estar al lado de un jugador que tan sólo tiene de su lado el club que le paga. Florentino Pérez le ha considerado siempre uno de los suyos y como tal defiende su presunción de inocencia.
El estado anímico del delantero no invita a la presencia del nueve sobre el terreno de juego, pero Florentino Pérez no va a consentir que se quede fuera y más señalado si cabe. Poco importa que Benzema esté fuera de forma y lejos del punto idóneo que debe tener cualquier jugador. Debe jugar y lo hará ante el Eibar.
Valbuena ha dicho que él no haría lo que le hizo Benzema ni a su peor enemigo. Poco importan las palabras del denunciante. El resto de la plantilla blanca apoyan al francés y lo hacen por fidelidad y por convencimiento de que es inocente de todo lo que se está diciendo.
El apoyo de Florentino Pérez está supeditado al fallo del juez. En caso de que sea condenado, el Real Madrid despediría de manera inmediata a Benzema.
Confían en su inocencia. Al menos esa es la orden del presidente madridista y que se mantendrá hasta que haya un fallo respecto al caso. Mientras, Benzema es intocable