Por Chris Angeles
El italiano llegó al Chelsea en abril del 2016, firmó por tres años con los Blues y en esa misma temporada hizo campeón al equipo londinense. Igualó el récord de 13 victorias consecutivas en la Premier y se convirtió en el primer técnico en ganar tres veces consecutivas el premio a Entrenador del Mes. Vaya, las cosas le salían perfectas.
Ayer su equipo firmaba una eliminación sencilla por parte del Barcelona. Dieron batalla en Stamford Bridge pero que no se vieron nunca en el Camp Nou. Hace unos meses, Conte declaró que contra los culés lo importante es jugarles al 120 por ciento. Eso sí, recalcó que su prioridad era la Premier. Se equivocó feo porque ahora ni una ni la otra. Son quintos a 25 puntos del City.
Un año bastó para que todo lo logrado se fuera por la borda. Derrotado contra el Bournemouth como local o la paliza que le dio el Watford en su casa demuestran el mal momento de los chavos de Antonio. Sumémosle que Arsenal los echó de la EFL Cup. Un año desastroso. Da la impresión de que el vestuario está roto.
Así va el desempeño del Chelsea en los últimos 5 partidos por Premier League. ¿Crisis? pic.twitter.com/g1B9mpF7Ix
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El jefazo Abramovich no se ha dejado influenciar por la opinión de los jugadores. De todos es sabido que la relación con los futbolistas no es la mejor. Sus discusiones con Fábregas, Cahill, David Luiz y Costa, que ya no está en el club y no le perdona nada, se hicieron públicas. A los jugadores no les gusta la manera que tiene el DT de dirigirse hacia ellos, como tampoco les agradan las sesiones de entrenamiento extremas.
Diego Costa y su dardo a Antonio Conte durante el Barcelona – Chelsea https://t.co/sxmMzJCs9U
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Quizá de lo unico que se podría quejar Conte es que su influencia a la hora de fichar no es tomada en cuenta. El asunto es que tiene un equipo que puede pelear todas las competencias que le pongan. Pero no ha podido hacerle frente a los compromisos del equipo. El único culpable es él.