A Arda Turan no le ha ido nada, pero nada bien en su país; además de los cargos por los que podría alcanzar hasta doce años de cárcel, se le ha añadido otro más.
Así es, el turco vive un infierno con las autoridades de su país, pues ahora se le ha sumado el cargo por presuntamente haber colaborado en el golpe de Estado fallido de 2016.
La policía vincula al ex del Atleti directamente con una organización islamista del clérigo Fethullah Güllen, a quién se le responsabiliza por tratar de desestabilizar al país, con el acto militar.
Parece que la carrera de Arda ha llegado a su fin, hace apenas unos días, la policía también lo culpaba por acoso sexual, lesiones intencionadas, disparos con arma de fuego que producen miedo o pánico y porte ilegal de armas.