Estoy enojado. En tiempos recientes mi Selección Mexicana no me tiene contento. Los partidos previos a la Copa América me demostraron que difícilmente competirá con honor en el torneo. Hacer dos selecciones para estar en Sudamérica y luego en Estados Unidos resulta cuando menos dudoso. El Tri que debuta hoy en Chile ante Bolivia no juega bien. Los jugadores no se entienden. El equilibrio entre veteranía y juventud no se ve reflejado. Y si además le sumo los polémicos tuits de Miguel Herrera durante las elecciones, puedo decir que estoy irritado, pero le tengo tanto cariño que tampoco podía dejar de ponerme la camiseta.