Es la única cancha de la Liga MX que no tiene pasto natural. A más de un equipo, de un entrenador, le incomoda. El responsable de los Xolos de Tijuana no es la excepción. Pese a todo, Miguel Herrera admite que su labor será que “se haga valer”.
“No me gusta nada, siempre lo he dicho, pero debo adaptarme a donde decidí ir”, afirma sobre el césped sintético del Estadio Caliente al Diario Récord. De porqués no habla, De cómos tampoco. Lo está analizando. Aprovecha la pretemporada para seguir conociendo al plantel, para saber la forma de sacarle el máximo provecho.
Reconoce que “Xolos no tuvo un buen torneo”. Aplaude los goles de Dayro Moreno. Quiere que celebre más. El equipo debe generar más ocasiones para marcar. La fortaleza en la zona baja. El apoyo entre compañeros para enmendar rápido los errores.
“Necesitamos más volantes”, expresa. Pronto llegarán otros tres elementos para apuntalar al plantel. Si durante las prácticas detecta más necesidades se las hará saber a Jorge Alberto Hank. Él se encargará de conseguir a los elegidos.
Imposible no tocar el tema de la Selección Mexicana. Quiere regresar. Para lograrlo deberá conseguir los títulos que hagan falta. Una vez que eso pase “ellos (los directivos de la Federación Mexicana de Futbol) decidirán si vuelven a tocar mi puerta o no”.