Después de vencer al Atlas, aproximadamente cien aficionados de Chivas festejaron en la Glorieta de la Minerva, lugar donde celebran los grandes triunfos del rebaño sagrado.
En el lugar había también personal de seguridad, y en algunos momentos se notaba más su presencia que la de los aficionados. Aunque los fanáticos de Chivas festejaron con mucho alarde este triunfo.
La celebración duró poco después de las 22:30 de la noche, y no se suscitó ningún enfrentamiento o disturbio.