Por Abraham Sosa
Nuestro buen amigoTurco Mohamed fue compañero del Piojo Herrera en Toros Neza. El destino los llevó a ser entrenadores; uno más ganador que el otro, claro. Son polos opuestos y eso se nota en sus respectivos estilos de juego, así como en sus personalidades. Por eso te damos cinco puntos para que sepas por qué es mejor entrenador el argentino.
1. MOHAMED TIENE MÁS CAMPEONATOS
El tíoTony es un técnico acostumbrado a jugar bien y a ganar títulos. No solamente fue campeón en México con los Xolos en Apertura 2012 y América en Apertura 2014. El Turco le puede presumir en la cara al Piojo Herrera que ya goza de títulos internacionales como el que consiguió con Independiente en 2010 con la Copa Sudamericana.
2. TIENE UN TÍTULO INTERNACIONAL
Sí, ya sé que dirás que Miguel Herrera ha dirigido en una Copa del Mundo, pero ¿qué ganó? ¡Nada! Hizo lo mismo que todos los entrenadores de la Selección Mexicana: fracasar en octavos de final. En cambio Mohamed ya sabe lo que es ser profeta fuera y dentro de su tierra. Ah, por cierto Piojo, el nivel de la Copa Oro del 2015 no se compara con un torneo como la Copa Sudamericana. Anótalo, por favor.
3. ES UN ENTRENADOR MÁS TRANQUILO
A Toño no le interesa ser mediático. Evita ser protagonista ante las cámaras, mientras que a otros sí les encanta, ¿o no Miguel? Trabaja en silencio y lleva a sus equipos a lo más alto. Vean al líder Monterrey: aplasta a al rival que le pongan enfrente. Mohamed habla con su trabajo, no con exposición para llamar la atención. ¿Si me lees, Miguel?
4. NO LE ECHA LA CULPA A LOS ÁRBITROS
El pan de cada partido para muchos directores técnicos es culpar a los árbitros de todo, absolutamente de todo. Miguel Herrera es especialista en eso. Antonio Mohamed no es así. Cada vez que su equipo no juega como espera, él acepta su error y lo dice como va. No le tira basura a nadie. Por el contrario, él la recoge y la tira. Más entrenadores así. ¡Par favaaar!
5. DISCIPLINA
Vaya que en estos días se necesita un técnico con mano firme para tener a los jugadores a raya. El buen Turco no es un coronel, pero sabe aplacar a los futbolistas que se le salen del redil. Recordarán los problemas que tuvo con Paul Aguilar cuando dirigió al Ame. Puso disciplina pese a la lluvia de críticas que le hicieron. También mandó a la banca a una figura como Edwin Cardona en Rayados, lo que le costó el desprecio del colombiano. Pero respeto, lo que se dice respeto, impone.