Rubén Ramos Martínez
Muchachos, se ha dicho mucho sobre la posible llegada de Ménez al América, un equipo que necesita gol después de su pésima liguilla donde se les mojó la pólvora. Sin temor a equivocarme, les aseguro que Oribe Peralta es mucho más que el francés y aquí van algunas razones del porqué en el Ame se están equivocando gacho buscando traer humo.
1¿por qué el antalyaspor casi lo está regalando?
Esta es una de mis dudas, se supone que cuando un equipo tiene a una estrella o a un jugador valioso, lucha por al menos tener algo de dinero en la transacción, después de escuchar las noticias sobre este posible fichaje, me doy cuenta que los turcos no están oponiendo mucha resistencia, por algo será, un jugador que para nada es trascendental.
2 un jugador que se lesiona mucho
Si algo padeció el América el año pasado fue de lesiones, en el final del torneo nada más faltaba que se lesionara Marchesín, el francés se lastima mucho, es una causa del porqué su carrera ha ido en descenso, creo que su representante se la sabe de todas todas.
3 falta de gol
Cuando vi esta estadística casi me voy de espaldas, tres goles en todo el 2017, ¿es enserio? Quieren terminar con su falta de gol trayendo a un jugador que lo que tiene es ese mismo problema, en 40 partidos jugados en total, es una cifra tristísima, ¿a poco no ya quieren un poquito más al Chino Romero?
4 Ya no es aquel jugador de selección
A lo mejor a los directivos águilas les están enseñando videos de cuando jugaba en el Mónaco o en el Milán, por eso su obsesión con él, desde el 2013 ya no es llamado a la selección, eso dice mucho, contrario a Gignac que cuando llegó a Tigres era figura en Marsella y aún convocado a partidos internacionales, cada vez te convences más que no es bombazo, es balín.
5 YA SE TARDARON DEMASIADO
Qué alguien le avise al América que en 72 horas arranca el torneo, si vas a traer a un jugador de este tipo, es bien sabido por todos que siempre hay problemas de adaptación, si debuta hasta después de la fecha 10, mejor que lo guarden para reforzarse hasta dentro de seis meses, esos directivos haciendo un gran trabajo.