Por Alejandro Miranda
Nos da lastima y risa a la vez, los jugadores que nos regalan escenitas al cambiarse de equipo ya sea por su drama o por su cara de extrañeza. Han existido muchos casos, pero los más relevantes son muy pocos. Diversos son los motivos que esconden para no cambiar de equipo, y su rostro es la definición perfecta.
1.- Matías Alustiza
El caso más reciente en esta lista. No es para menos, el Chavo acaba de arribar a Pumas ¡jaja! Diganme, ¿quién no se va poner así? Mucho bullying provocó su foto en el aeropuerto con la bufanda de los de la UNAM. Su cara de infeliz lo decía todo.
2.- Carlos “Gullit” Peña
3.- Agustín Marchesín
Otro que dio de que hablar. El ex portero de Santos, estaba inconforme con el interés que el América tenia por él. Manifestando que nunca jugaría en un club así, haciendo berrinches y todo. Una temporada después, sus opiniones se esfumaron, su marcha a Coapa era inminente, claro con una sonrisota. Algo que aun no le perdonan en Torreón. Al principió se le notó torpe y sin compromisos, luego le han de haber puesto una regañiza.
4.- Arturo González
El buen Ponchito también forma parte de este top. Cuando él pertenecía a Atlas y parecía que se afianzaba, la directiva decidió venderlo a Monterrey. En un principio se negaba a estampar su firma, no se reportaba, quería desaparecer. Recapacitó y decidió asumir la banca en el Norte, pero con todo y eso llegó a la final.
5.- Ismael Sosa
El más popular. El señor Sosa quería morirse cuando se enteró que se iba de Pumas, agarró cariño muy rápido. Él mejor que nadie sufrió la derrota del club en la final contra Tigres. De ahí el interés, pusieron el dinero sobre la mesa, y como sabemos que la directiva del Pedregal que ni se les queman las manos, lo vendieron.
En sus exámenes médicos, presentación y demás, su cara era para compadecerse o burlarse. Todo cambiaría cuando supo cuanto cobraría, y desde luego con los títulos de liga que iba a conseguir. Fácil ahorita los de la UNAM, ya no existen para él.
Bien dicen que dinero mata carita ¿O no juanáticos?