Por José Abad
No cabe duda que la alegría provocada por ganar un campeonato, ganar un clásico o un encuentro importante se puede desbordar de distintas maneras. A veces esa acumulación de sentimientos provoca que la celebración terminé en un completo desorden. Felicidad que destroza lugares e inclusive los tan ansiados trofeos que llevarán una abolladuras a la vitrina, como estos 5 casos.
1. A RAMOS SE LE CAE LA COPA DEL REY
Sergio Ramos no midió los 15 kilos que pesa la Copa del Rey, menos con el disturbio y empujones que se vivían en el camión. Terminó por ser una noche accidentada con la copa aplastada. Al final el capitán del Madrid se quitó el bochorno comentando que espera tirar muchas otras más. ¡Y se les ha cumplido!
2. CELEBRACIÓN DE CHILE EN PLAZA ITALIA
Los chilenos iniciaron su buen momento futbolístico clasificando con autoridad al Mundial de Brasil 2014. La gente perdió el control. Además de destrozos, hubo intento de saqueos en la plaza Santiaguina que dejó un saldo de 24 detenidos y toneladas de basura.
3. SELECCIÓN SUECA DESTROZA SET DE TV
Regresar a un Mundial después de 11 años es razón para tener una alegría desbordante. Los suecos no encontraron un mejor forma de demostrarla que destrozando el set de Eurosport. No pierdan de vista a la reportera en la celebración.
4. CELEBRACIÓN DEL BARÇA EN CANALETAS
La fiesta del Barcelona tras ganar la Champions en 2009 llegó a la Fuente de Canaletas. En Las Ramblas y alrededores se congregaron miles de culés con bufandas, camisetas y banderas. La celebración se tornó violenta por culpa de unos pocos exaltados, que destrozaron un andamio, quemaron varios contenedores y atacaron con botellas a la gente de seguridad del lugar. Varios terminaron detenidos.
5. DISTURBIOS EN LOS ÁNGELES
Los festejos del título de los Lakers en 2009 provocó actos de vandalismo y al menos 25 personas detenidas en Los Angeles. Las celebraciones desataron pequeños incendios, destrozos en edificios y coches, enfrentamientos con la policía y saqueos de tiendas. La mayoría fueron arrestados en las afueras del Staples Center y otras en el distrito de Crenshaw.
No cabe duda que la pasión por el deporte y más cuando se consigue un campeonato o una victoria fundamental, provoca que el sentido común se olvide.