Por Alberto Álvarez
La portería, esa posición que muchas veces dejamos en el olvido, que se la damos al amigo gordito para que los demás podamos ser los héroes que anoten el gol de la victoria, pero con la cual no podríamos concebir el futbol. Esa posición es la mejor que puedes tener y si no me crees aquí están cinco razones que harán cambiar tu parecer.
Valentía
Salidas por arriba, choques, mano a mano, despejes, siempre estarás expuesto a llevarte uno que otro recuerdito. No habrá momento en el partido en el que no sientas que un balonazo te quema la cara, son gajes si aceptas esta responsabilida. Si eres portero eres, por ende, un personaje valiente, de agallas y sin miedo a la muerte.
Analista del campo
La portería te dota de una personalidad combativa, que ordena y exige, cómo no va a ser así si es el único jugador que tiene gran visión del campo, puede analizar y planificar una jugada desde el principio. Un portero siempre juega dos partidos, el que sucede en ese momento y el que podría pasar.
Temple de acero
Nunca se rinden, quizá se aviente una finta a la Campos para sacarte de concentración en el mano a mano, pero te aseguro no está rendido. Si hay algo que te regala la posición es el temple indestructible, la lucha constante contra el rival y a veces -cuando fallan- contra él mismo para salir adelante y como diría el Che hasta la victoria siempre.
Paciencia
Una tremenda responsabilidad
El número uno del equipo carga con la enorme responsabilidad de guiar a toda una defensa, ordenar un buen ataque mediante una salida práctica. Quizá veas al portero gritando cada partido, enojándose y regañando a medio mundo, resulta un trabajo desgastante que alguien debe hacer.
Más allá del esfuerzo físico, la demanda mental y psicológica en un puerta es determinante en un partido, pero ¿Quién le ayuda cuando se siente mal? Él mismo debe de luchar con sus pensamientos después de regar el tepache, festeja solo, se consuela solo y siempre gana en equipo.
Se retiran más grandes
Para ejemplo nuestro Conejo Pérez -el Chuck Norris de la Liga MX- a sus 44 años o Buffon de 40. Los arqueros son los que siempre tienen que apagar la luz cuando salen del cuarto, pues son de los últimos, ventaja para los que son titulares en sus equipos, desventaja para los que están a la espera de un chancecito en el 11 titular.