Por Esteban Galeana
Se termina el torneo, pero para que no estemos tristes esta última jornada no regala un gran partido, nada más y nada menos, que el clásico regio en su edición 113. Éste no será un clásico cualquiera. Con estas razones irás rápido a comprar tu playera, la botana y armarás la carne asada para no perdértelo por ningún motivo.
1. Final adelantada
Así es juanaticos este semestre los de Nuevo León lograron hacer un gran torneo, tanto, que ya nadie les quita las primeras dos posiciones del Apertura. Pensar en una final regia no se ve nada lejos, porque la única forma que se enfrenten en la liguilla será únicamente si ambos equipos llegan al gran partido. Sería algo histórico.
2. Duelo por el primer lugar
Como dije, ya nadie los baja de los dos primeros, pero entre ellos si se pueden mover. Monterrey llega a la última jornada como el favorito por ser el súper líder con 34 puntos y la mejor defensa del campeonato con 12 goles recibidos. Aunque todo puede cambiar con unos Tigres que son la mejor ofensiva gracias a sus 28 goles. Si ganan los felinos se irían a 35 puntos, uno por arriba de su odiado rival.
3. Sus goleadores
Si bien en este torneo no vemos a Gignac como el killer, a los de San Nicolás no les faltó gol. El encargado de las anotaciones fue Enner Valencia, que suma nueve goles y está a solamente dos por debajo de Boselli, actual líder de goleo.
Del otro lado tenemos a Avilés Hurtado, que no le hizo falta un torneo de adaptación. Está en segundo lugar de la tabla de goleo con 10. Un futbolista muy hábil que está viviendo un gran momento que lo llevó a debutar en la pasada fecha FIFA con la selección colombiana. Una motivación extra para Avilés.
4. ¡A sacarse la espinita!
La última vez que Tigres visitó el estadio de Monterrey fue en los cuartos de final del torneo pasado, en la vuelta los locales se llevaron una dolorosa derrota de 2 goles por 0. En el global el marcador fue un humillante 6-1, que quedó grabada en la mente de los Rayados. Por eso Monterrey tiene que salir con el cuchillo entre los dientes para defender su orgullo y sacarse la espinita de aquella eliminación.