Por Santiago Redondo
¿No les parece que a Alan Pulido se le recuerda más por sus escándalos que por el futbol? La neta es que sí, entre su relajo con Tigres, su heróica huída de un secuestro y ahora su noche de copas locas hasta se nos olvidan su cualidades futbolísticas. Chivahermanos, no lo dejen vivir de un gol en la final, además, tranquilos, no ha sido el único. Aquí cuatro mexicanos indisciplinados que le echan competencia a Puligol.
1.- Marco Fabián
No es nada contra ustedes, mis chivahermanos. La neta es que mi Marquito ya está haciendo carrera en Europa y lo queremos ver volver de lesión. Aunque no podemos olvidarnos de sus escándalos y su afición a la fiesta y el alcohol. Entre noches de fiesta que tanto material ha dado para memes, entre meter mujeres de la vida galante a una concentración, o irse a curar una lesión a Las Vegas, no hay cómo defender a mi Marquito.
2.- giovanni dos santos
¿Se acuerdan que nos lo pintaban como el nuevo Ronaldinho? lástima que sólo le saco lo fiestero. Pintaba para ser un chaval de esos que la rompen en Europa pero nos quedó a deber. Donde sí ha cumplido con todo es en los escándalos; entre sus salidas de juerga -cómo olvidar el video en el que no podía ni hablar- y sus líos de faldas, no hemos dejado de hablar de él; eso sí, la 'beliseñal' todos la hicimos. Ay mi Gio, se ve que todavía te extrañamos.
3.- Ángel Reyna
Nomás de escuchar que le apoden Pleititos, la cosa está clara. Pintaba para crack y la neta es que nos ilusionó con que podía ser una figura del futbol mexicano, pero le ganaron sus aires de grandeza. Ni cómo poner todos sus escándalos, pero entre tirarle a sus compañeros frente a la prensa, exigir cantidades locas de dinero y andarse peleando con el que se le pusiera enfrente, Reyna se fue acabando su carrera.
4.- Cuauhtémoc Blanco
ídolo de multitudes, la neta es que toooodos gozamos del Cuau, pero ah cómo le gustaban los escándalos. No terminamos nunca si nos ponemos a recordar todo lo de este crack. Le encantaba la bronca y entre su golpe a Faitelson, sus constantes broncas dentro del campo y sus burlas a árbitros y rivales, fue marcando su carrera como un jugador indisciplinado. Lo que sí es que fue una figura y lo que hacía con el balón hasta hacía que se nos olvidaran sus barbaridades.