Argentina ha recibido a sus héroes nacionales después de haber conseguido la tan ansiada Copa del Mundo. Messi y sus guerreros campeones se subieron a un bus a las 3 de la mañana de Argentina para comenzar un desfile que parecía sería épico. Pero lo que no contemplaban es que se volvería una completa locura.
Desde las primeras horas de la mañana ya se comenzaba a atascar de “hinchas” que querían ver a sus nuevos dioses del futbol. Se estimaba que poco más de 5 millones de personas ya estaban en los alrededores del Obelisco para recibir a los campeones.
Mientras fueron pasando las horas, los argentinos se empezaron a descontrolar más y más mientras esperaban a sus ídolos y comenzaron a hacer locuras de todo tipo. Coches que terminaban sin llantas, personas arrolladas por la multitud, incluso varios aficionados se adueñaron de una camioneta de policía y se subieron en ella mientras lanzaban espuma y festejaban como locos.
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El presi de la Selección Argentina se molestó por el caos
Todo ya era un caos total, y las cosas se iban a poner peores. Incluso el Chiqui Tapia, presidente de la AFA se quejó del pésimo trabajo que estaban haciendo los organismos de seguridad para que el autobús pudiera llegar con la Copa del Mundo y los campeones.
“No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones. Una pena”
Las calles ya eran un completo desastre, incluso hinchas perdieron la cabeza, y por querer colarse en el autobús de los campeones, se les ocurrió la brillante idea de aventarse de un puente para caer en él. Algunos de ellos lo lograron, pero otros no.
Al ver el caos en el que estaban metidos, los jefazos de la AFA decidieron suspender el recorrido de los campeones del mundo. Se habla de que hay muchos heridos y la cosa no puede seguir así.
Según informan periodistas argentinos, un helicóptero se llevará a los jugadores, cuerpo técnico y miembros de la federación a las instalaciones de la AFA. Se volvió una completa locura.
