Llevamos disfrutando de la magia de Lionel Messi tanto tiempo que ya nos es normal lo que hace. Verlo día tras día hacer cosas que normalizamos, pero que algún día las volveremos a ver y pensaremos, ¿cómo era posible que hiciera esto? Pero el tiempo sigue corriendo y desgraciadamente ya nos queda poco para disfrutarlo.

Mi Leo de toda la vida se aventó una platicada sabrosa con Pablo Giralt de DirecTV Sports, y se sinceró sobre lo que está jugando. Lo curioso es que a nosotros nos sigue pareciendo un extraterrestre, pero él sabe que ya no está a su 100%.

“Tengo muchísimos partidos malos y es muy raro que me vaya conforme. Siempre me fijé lo peor de cada partido. Quizá hay algunos en los que marqué dos o tres goles y me lamenté por el que me perdí”

Lionel Messi

Imagina por un segundo ser el GOAT, acostumbrado a reventarla, y que de pronto sólo marques 2 goles en el partido y salgas frustrado porque no jugaste bien… Just Messi.

La familia Messi siempre al rescate

Pero, aunque parezca chiste, el “10” es autocrítico, y está consciente de que ya no es el mismo de antes. Por supuesto que eso le genera una bronca tremenda, pero el trabajo de Anto y los “nenes” es el de levantarlo cuando mi Leo llega mal a casa.

“A veces el fastidio de un mal partido o un resultado dura y por más que uno quiera pasar la página es muy fuerte. Pero llegar acá y ver a mis hijos y mi mujer que ya me conoce. Cuando Tiago era más chiquito sabía que ante una derrota ‘a papá no hay que hablarle (risas). Tiago mira todo lo que sale de mí y a veces lo estamos cuidando y no sabés qué puede estar mirando. Anto intenta sacarme y hacerme olvidar de lo que fue el partido y el resultado. Pero también sabe cuándo es el momento”

También contó que su papá era bastante exigente con él cuando era un “pibe”, al igual que ahora. ¿Dónde hemos vivido eso?

El GOAT contó que lo “jodía” de que se había errado un gol o dos, a pesar de los que había clavado.

“Mi viejo siempre fue muy crítico conmigo y eso hizo que quiera superarme. Él estuvo todo el tiempo encima. Por ahí me jodía y por ahí salía y había hecho goles y me decía ‘pero te comiste un gol’. Eso me hizo querer superarme”