Hugo Alberto Zambrano es un nombre que probablemente no te suene conocido sin embargo, estás a punto de conocer la más impactante historia ya que este jugador, que no pudo triunfar en la Liga MX, se armó de valor para ir hasta el otro lado del mundo para poder perseguir su sueño.
Y es que esta semana desde Mediotiempo nos enteramos de la historia de este mexicano cuyo trayecto lo llevó desde la tierra de los Pumas, América y Chivas, a una en donde los clubes Khovd y Tuv Azarganuud le dieron la bienvenida.
¿Cómo llegó Hugo Alberto Zambrano al futbol profesional de Mongolia?
La historia es parecida a la de cualquier mexicano que haya soñado con vivir del futbol y triunfar en la Liga MX: como todos, trató de ser parte de diferentes escuadras en las cuales, simplemente no se le dio la oportunidad.
Empezó entonces a buscar nuevos aires, lo que lo llevó primero a Argentina y entre sus viajes, también empezaron a solicitarle jugadores para otras partes del mundo, por lo que él pensó: ¿por qué no voy yo?
Y en ese momento en el que se llenó de valor para ahora sí probar nuevos aires, el destino lo puso enfrente de la opción menos imaginable: el futbol de Mongolia; de esta forma fue como llegó al Khovd.
Pero cuando pensaba que no le quedaba más tiempo en aquél lejano, estepario, desértico y montañoso país, fue llamado por el Tuv Azarganuud en julio pasado. Por ello ahora deberá jugar en una nación con un clima mayoritariamente frío.
¿Cómo es la vida de Hugo Alberto Zambrano en Mongolia?
Como se imaginarán, la barrera del idioma ha sido complicada pero Hugo se atrevió a romperla ya que en varias zonas de Mongolia se habla el inglés. Además, con ayuda de una aplicación en su smartphone también se puede comunicar con la gente local.
Otro detalle importante es el frío ya que la mayor parte del año, Mongolia tiene temperaturas bajo cero e incluso su capital, Ulán Bator es considerada la más gélida del mundo puesto que este año llegaron a 56 grados bajo cero.
Esto también condiciona los entrenamientos de Hugo, ya que la nieve es un factor común en su vida, por lo que en ocasiones debe entrenar bajo un domo; y si crees que el clima es lo más desafiante, la comida es otro reto que tuvo que enfrentar.
Esto porque localmente no crecen muchos vegetales, por lo que la carne es muy habitual en los platillos locales, lo que hizo que una vez Zambrano tuviera que comer directamente de la cabeza de un buey, incluyendo los ojos y el cerebro, ya que en aquél país es considerado grosero rechazar la comida.
Pero la aventura de este jugador nos deja una importante lección a todos: si quieres perseguir tus sueños y te decides a hacerlo, estos te pueden llevar tan lejos como te lo propongas e incluso, a un lugar a 11 mil kilómetros de tu hogar, en donde por fin puedes ser lo que deseas.