La realidad de Santiago Giménez es romperla en el Feyenoord en la Eredivisie. La neta es que nuestro mexa está demostrando que llegó a los Países Bajos para quedarse y hacer crecer su talento como delantero. El Bebote es uno de los grandes prospectos del fut mexicano para que se convierta en el siguiente gran goleador del Tri, pero esto no siempre fue así.

Hubo un momento en su aún corta carrera donde el Bebote se sintió que no tenía un lugar para jugar en el Cruz Azul. Y la realidad es que la explosión del Chaquito sí llegó un poco después de lo que se esperaba.

Santiago Giménez pudo haber terminado rifando en un equipo de Liga MX

Cuando andaba todavía en Cruz Azul, vivió momentos duros, donde se le cuestionaba si en realidad tenía el talento para vestir esa playera, o sólo había llegado ahí por ser hijo de una leyenda como es el Chaco Giménez. A pesar de todo el “hate” que recibió, el Bebote no se achicó y siguió trabajando para llegar a donde está hoy.

Pero quizás hoy no estaríamos viéndolo triunfar en el Feyenoord si no hubiera sido por su ex técnico en el Cruz Azul, Robert Dante Siboldi.

Resulta que mi Santi ya tenía un pie y medio en el Necaxa, pero su profe en el Azul lo convenció de no irse y quedarse para que se ganara un puesto en un grande.

“Siboldi me rescató. Debo confesar que yo veía que no tenía lugar en Cruz Azul y me iba a ir a jugar al Necaxa. Ya teníamos casi un arreglo, pero Siboldi me dijo: ‘Quédate, el tren no pasa dos veces’. Y ahí en verdad empecé mi carrera profesional”

Santi Giménez, para GQ

Gracias al apoyo y confianza que le dio Siboldi, mi Santi empezó a despegar y a hacer goles en primera división. Al principio le costó porque no tenía ni los minutos ni la confianza en sí mismo, pero al final el trabajar y reventarse en los entrenamientos lo hizo despuntar y véanlo ahora.

Sin duda Siboldi tuvo muy buen ojo en no dejarlo ir por no encontrar su hueco, que tarde o temprano le iba a llegar.