¡Volviste, guacho! Cruz Azul venía de unas semanas muy trágicas, pero contra Puebla, y con nuevo técnico, La Máquina, ganó, goleó, y con el partido más tranquilo, alcanzó a gustar. Tres puntos de oxígeno puro para el cuadro de La Noria y para el entrenador que llegue en estos días.
Jurado, el verdadero héroe
La Máquina no quería arriesgar mucho, sabía que estos partidos, y después de una fuerte crisis, más que jugar bonito y convencer, se tienen que ganar. El equipo cementero fue muy paciente, pero todos en una labor de sacrificio y esfuerzo.
Empezando por Sebastián Jurado que se mandó la atajada del torneo en los primeros minutos, quitándole un gol cantadísimo a Martín Barragán.
Antes de irnos a descansar, la Máquina se animó en lanzarse al ataque, aprovechó que el Puebla estaba mal parado, y Charly Rodríguez se encontró solo en los linderos del área, el ex de Rayados se mandó un excelente disparo al poste lejano de Antony Silva. El equipo de La Noria se iba a escuchar las indicaciones del técnico con una ventaja mínima.
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Cruz Azul lo liquidó en el segundo tiempo
Aunque en el complemento, La Franja tenía el control de la pelota, no llegaba a poner en precaución a Jurado, eso lo aprovechó La Máquina. Al 59’, se mandó un tiro de esquina por la derecha, y solo a manchón penal estaba el Cata Domínguez para poner el segundo.
El polémico y siempre criticado defensor se quitó un poco de la mala vibra que le viene persiguiendo desde hace un par de temporadas.
A la siguiente jugada, un joven jugador enfranjado regaló una mano muy inocente en el área. El árbitro estaba de frente y no dudó en marcar la pena máxima. Carneiro fue el indicado en dispararlo, y para cerrar el partidazo del uruguayo, lo tiró a lo panenka. Clase y sutileza por parte del delantero para seguir con el festival celeste.
Puebla tuvo mucha dignidad y no dejó de luchar en el resto del juego, al 76’ Maia acercaba a La Franja con un buen cabezazo.
Esta victoria es una ayuda gigante para todo Cruz Azul, el equipo regresó a los principios básicos, defender bien, estar bien parado y poco a poco adueñarse del juego. Su próximo partido será entre semana para cumplir el juego de jornada doble.