En una noche emocionante, tambores retumbaron, gritos y lágrimas de alegría brotaron entre las leyendas que forjaron la grandeza del Club América. Con orgullo y determinación, el americanismo mostró su poderío, recordando su supremacía en la Liga MX. ¡El América celebró con entusiasmo sus 15 títulos y ahora apunta al 16, demostrando que la victoria es parte de su esencia!

La velada fue un tributo a cada una de las copas ganadas, especialmente a las dos últimas, que los han coronado como el cuarto bicampeón en la historia de los torneos cortos. El América, rey indiscutible, ha demostrado una vez más por qué es el más grande.

El ambiente vibraba con la llegada de jugadores como Igor Lichnovsky, Israel Reyes y Henry Martín, aclamados por una afición que los considera héroes de un resurgimiento glorioso tras el bicampeonato.

Con el estadio casi a reventar, la mesa estaba servida para un banquete azulcrema espectacular. El grito de “¡Presi, presi, presi!” anunció la llegada de Emilio Azcárraga Jean, el artífice detrás del éxito del equipo, consolidándolo como el más laureado de México.

El equipo completo salió al campo, saludando a la multitud enardecida que entonaba cánticos de campeón. La emoción creció cuando los jugadores se unieron a Azcárraga para capturar un momento de nostalgia frente a la lente.

La fiesta estalló con un despliegue de luces y pirotecnia, recordando cada uno de los 15 títulos con rayos láser que dibujaban las figuras de los ídolos americanistas. El escenario se iluminó, revelando el majestuoso escudo del Club América y dando paso a una ceremonia llena de orgullo y tradición.

Desde las leyendas del pasado hasta los héroes modernos, cada título fue presentado con fervor. Los cánticos de la afición acompañaron la exhibición de las copas, destacando la pasión que une al equipo con su gente.

El momento culminante llegó cuando Henry Martín, el goleador y nueva leyenda, proclamó con fervor el compromiso del equipo: “Conseguimos la 15… ¡ahora vamos por la 16, cabrones!”.

El plantel bicampeón, junto con Emilio Azcárraga, desfilaron con la 15 en alto, recibiendo el cariño y el reconocimiento de una afición entregada.

La noche concluyó con un espectáculo de drones y un concierto de Los Recoditos, cerrando con broche de oro una celebración que trasciende rivalidades y controversias.