Rodrigo Rey, ex portero de Pachuca, realizó una grave denuncia en la escuela de su hijo por discriminación. El guardameta, actualmente en Independiente de Avellaneda, utilizó las redes sociales para revelar la dramática situación que vive: sus pequeños no serán más aceptados en el instituto al que asisten, ya uno de ellos está diagnosticado con TEA. La falta de inclusión fue lo que motivó al ex Tuzos a llevar la situación a la justicia.
La lucha de Rodrigo Rey por los derechos de su hijo
El arquero argentino Rodrigo Rey, exjugador de Pachuca y actualmente en Independiente de Avellaneda, denunció públicamente un caso de discriminación hacia su hijo Benicio, de ocho años y diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El colegio privado al que asistía Benicio, el Instituto José Manuel de Estrada de City Bell, decidió no renovar la matrícula para el próximo año. Esto generó una gran polémica y desencadenó una batalla legal por parte de la familia de Rodrigo Rey.
Según relata el propio Rodrigo Rey, la decisión del colegio se debe a una serie de quejas presentadas por la familia en relación a la falta de inclusión y las condiciones inadecuadas para que Benicio pudiera desarrollar sus actividades escolares de manera adecuada.
A pesar de que el exfutbolista de Pachuca se ofreció a financiar las modificaciones necesarias en las instalaciones, sus solicitudes fueron rechazadas en reiteradas oportunidades.
La denuncia del portero y la falta de respuestas
Una de las situaciones más evidentes de esta falta de inclusión fue la denuncia que realizó Rodrigo Rey sobre un “espacio de calma” improvisado para Benicio, que consistía en una colchoneta demasiado pequeña y sin las características adecuadas para un niño con TEA.
Esta imagen, compartida por el futbolista en redes sociales, generó una gran conmoción y sirvió como prueba de las condiciones en las que se encontraba su hijo. Ante las acusaciones del ex futbolista de los Tuzos, el colegio respondió con una carta documento exigiendo que se retractara de sus dichos. Sin embargo, la familia se mantuvo firme en su postura y presentó una demanda legal contra la institución.
Esta denuncia de Rodrigo Rey colocó en el centro del debate la importancia de la inclusión educativa para niños con TEA. Este caso generó una gran repercusión en la sociedad argentina y sensibilizó a la opinión pública sobre la necesidad de garantizar el acceso a una educación de calidad para todos los niños, sin importar sus condiciones.
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