A pesar de que suena irreal, lo que ocurrió este lunes con el seleccionado de Malasia cuesta creerlo. El conjunto asiático recibió una notificación por parte de FIFA de que siete futbolistas habían alterado documentos. Esta inesperada situación causó revuelo mundial, y además los jugadores recibieron una dura sanción.
Para muchos profesionales está la ilusión de representar a su país. Aunque muchas veces la competencia es muy grande y el nivel los deja fuera de poder ser, al menos, considerados por el estratega de turno. De todas maneras hay vías alternas para cambiar ese destino…
En los últimos años se ha incrementado la naturalización de miles de futbolistas. Ya sea por familia, residencia u otras condiciones, una gran cantidad de ellos han optado por representar a otra nación. Como el caso del Bebote Giménez en México por ejemplo.
Es un proceso que lleva meses, y no siempre es avalado por FIFA. Deben presentarse documentos que avalen la solicitud y esta vez no fue el caso. Está claro que la Selección de Malasia es de segundo o tercer orden, pero sigue las mismas reglas que el resto de los combinados nacionales.
¿Qué fue lo que desató el escándalo? Un grupo de cinco futbolistas aseguró tener raíces malayas. La descendencia es un condición válida, pero se investigó y resultó que todo era mentira. Se revisó cada uno de los casos y en todos hubo irregularidades graves.
Al ser documentos escritos a mano, se prestaron a la falsificación. Por eso desde FIFA llamaron a expertos para que corroboren y salió a la luz el engaño. Por ejemplo: Imanol Machuca, de Vélez Sarsfield, mintió con que su abuela era malaya, pero había nacido en Santa Fe, Argentina.
Esta insólita historia no quedó en sólo una notificación de FIFA. Desde la máxima entidad del fútbol se decidió sancionar a los 7 jugadores por un año. Son tres argentinos, dos españoles, un brasileño y un neerlandés. Cabe aclarar que Malasia no clasificó al Mundial 2026. Increíble…