Durante el enfrentamiento entre el Manchester City y el Burnley, un instante se robó el protagonismo de los goles y las jugadas: el cruce entre Pep Guardiola y Erling Haaland.
Las cámaras no perdieron detalle de la discusión entre el entrenador y su delantero estrella, un joven que acababa de marcar un doblete.
¿Qué desató el desencuentro entre Haaland y Guardiola?
En medio del fervor del juego, Haaland, con su hambre insaciable de gol, reclamó un balón que Bernardo Silva decidió no pasarle. Esta decisión, que en cualquier otro contexto podría haber pasado desapercibida, desató la furia del noruego.
Guardiola, siempre estratega, intervino no por el reclamo en sí, sino por el momento en que se produjo. Con un 0-2 a favor y a minutos del descanso, el riesgo de una jugada fallida podía costar caro.
Guardiola y su visión del juego
El míster catalán, en conferencia de prensa, no dudó en expresar su perspectiva: “Erling quería la pelota inmediatamente y Bernardo decidió no dársela porque faltaba un minuto (para el descanso) e íbamos 0-2”.
Guardiola entiende la ambición de Haaland, pero también sabe que hay momentos en los que es crucial leer el juego y actuar con cabeza fría.
Haaland y su explicación de lo sucedido
Por su parte, el delantero noruego, en diálogo con el canal oficial de la Premier League, restó importancia al cruce y destacó la pasión de su entrenador: “Se molestó un poco porque yo le grité a Bernardo Silva tras no pasarme el balón. No hay ningún problema. Esto es lo que quiero, quiero esta hambre”.