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Por Víctor Zamora
La jornada 21 de la Premier League se presentaba como una oportunidad para el Manchester United de acortar distancias con sus vecinos del City, que ya le sacan bastantes puntos, y serviría para cerrar el año de buena manera.
Fue todo lo contrario no pudieron aprovechar su localía, terminaron con empate a cero goles contra un débil Southampton, a 14 puntos del líder y bajaron a la tercera posición de la general, por estas razones:
Como ya es costumbre, David de Gea tuvo una gran partido al dejar su arco en ceros y salvar a su equipo en más de una ocasión.
Por su parte, Alex McCarthy fue pieza clave ante las insistentes llegadas del United, que tuvo 15 remates a puerta, que para su mala suerte no pudo definir.
El goleador belga Romelu Lukaku, salió lesionado al minuto catorce dejando debilitado el ataque de los red devils. El máximo anotador de Manchester con 10 tantos, no pudo ser factor en partido, salió en camilla y con oxígeno. En su lugar entró Rashford que poco pudo hacer.
El United tuvo para ganar el partido al minuto 81 en una jugada donde el árbitro les anuló el gol por fuera de lugar de Pogba, que si no hubiera estado de ansioso hubieran podido festejar un gol en Old Trafford.
Al parecer se metieron en una racha negativa y con este suman ya su sexto juego sin conocer la victoria sumando así tres empates e igual número de derrotas. La última vez que ganaron fue el 26 de noviembre frente al Everton.
Siguen dejando escapar puntos clave en la persecución del Manchester City, sumando este juego, ligan tres empates y una derrota contra equipos considerados más chicos que ellos y con el triunfo del Chelsea este sábado, cedieron ya el segundo puesto.
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